A continuación describo las bases en las que fundamento mi sistema de trabajo y desarrollo de la docencia.
Como elementos que constituyen las bases de mi propuesta educativa y atendiendo al tipo de estudiante que nos encontramos en la actualidad, no puede obviarse que el adolescente se ve afectado por su entorno más cercano, cómo son la relación con la familia, los compañeros y amigos, el aula, el sistema educativo y los medios de comunicación. Las postulaciones de la Escuela de Chicago1 señalan al ambiente del alumno, cercano y lejano (microsistema, exositema, macrosistema) como influyente en su enseñanza, incluso sobre el nivel de aprendizaje, entorpeciéndolo o enriqueciéndolo. Ya Calero2 avisa sobre los diferentes resultados académicos del alumno con padres mejor formados cultural y académicamente que los que no han podido obtener una buena formación por circunstancias laborales. Por ello creemos que es básica la “influencia positiva” que los padres puedan desenpeñar sobre su hijo. El alumnado con carencias afectivas se presenta con una actitud pasiva y desmotivada frente aquellos que se encuentran en un ambiente familiar normalizado.
Es necesaria una enseñanza cercana, casi tutorizada, para que sean hallados por el alumno los modelos válidos en cual fijarse. Los refuerzos externos positivos son importantes en las aulas, ya que en la vida diaria del alumno los modelos que encuentran pueden ser los menos adecuados.
Como elementos que constituyen las bases de mi propuesta educativa y atendiendo al tipo de estudiante que nos encontramos en la actualidad, no puede obviarse que el adolescente se ve afectado por su entorno más cercano, cómo son la relación con la familia, los compañeros y amigos, el aula, el sistema educativo y los medios de comunicación. Las postulaciones de la Escuela de Chicago1 señalan al ambiente del alumno, cercano y lejano (microsistema, exositema, macrosistema) como influyente en su enseñanza, incluso sobre el nivel de aprendizaje, entorpeciéndolo o enriqueciéndolo. Ya Calero2 avisa sobre los diferentes resultados académicos del alumno con padres mejor formados cultural y académicamente que los que no han podido obtener una buena formación por circunstancias laborales. Por ello creemos que es básica la “influencia positiva” que los padres puedan desenpeñar sobre su hijo. El alumnado con carencias afectivas se presenta con una actitud pasiva y desmotivada frente aquellos que se encuentran en un ambiente familiar normalizado.
Es necesaria una enseñanza cercana, casi tutorizada, para que sean hallados por el alumno los modelos válidos en cual fijarse. Los refuerzos externos positivos son importantes en las aulas, ya que en la vida diaria del alumno los modelos que encuentran pueden ser los menos adecuados.
A
ello se añade (estadios del desarrollo de
Erikson3)) los problemas de identidad que se sufre en la adolescencia y que
pueden llevarlo a adquirir una baja autoestima o a la depresión si
no se favorece los ambientes en los que logre la adquisición de
identidad. En ello tiene que ver mucho las
competencias, cómo la emocional,
con la que se aprende a controlar, identificar y expresar las
emociones, de forma individual o en grupo.
Pero
se ha de buscar un método
efectivo para ello,
una “técnica” que sirva de elemento persuasivo para el alumno y
su atención. Ha de hablarse de motivación,
un elemento importante para nuestros alumnos, que en muchos casos se
niegan a si mismo sus capacidades y se ven resignados a un año de
“forzada asistencia”. No solo se motiva a adquirir competencias o
aprender contenidos, sino también a pretender un futuro mejor que el
obtenido por ser absentista o no implicarse en su aprendizaje.
Motivación
mediante el trabajo
diario,
introduciéndose el tema de manera más real, “¿Para qué nos va
servir aprender esto?”, para que al final se pueda demostrar la
utilidad del aprendizaje en su vida cotidiana. Vigotsky postula en su
Teoría
de la Comparación Social
4que
el aprendizaje competitivo y el individual, cómo metodología que en
muchas aulas se ha estado ejerciendo, no fomenta el interés por el
conocimiento, siendo un obstáculo. El alumno ha
de querer aprender.
La
enseñanza de la materia ha de introducir elementos motivadores, que
desafíen a buscar soluciones a los problemas, y a la vez,
relacionados
con la realidad actual.
Trabajo cooperativo entre compañeros y profesor. Este se transforma
en algo más que “cantautor” de contenidos, es cómplice del
aprendizaje común y con el son llevados a entender, desde lo
particular hasta lo mas general, no sólo por qué suceden las cosas,
sino para qué y cómo se puede participar de ellas.
Esta
metodología pretende algo más que la participación, pretende
inculcar el pensamiento crítico que lleve
a analizar los acontecimientos del pasado para reconstruir los
sucesos en el presente y los cambios que se producirán en el futuro.
Se
debe pensar que un alumno de hoy es el futuro contable de una
empresa, técnico en farmacia, concejal de urbanismo o incluso, si
es atrevido, profesor de instituto. Nuestro trabajo en el aula debe
ir más allá del aprendizaje de contenidos, que no puede faltar,
para fomentar cada vez más el aprendizaje y la adquisición de
competencias. El compromiso se orienta a educar para un mundo más
interconectado, no para ser meros testigos, sino que desde la
particularidad se pueda intervenir en la globalidad.
Un
profesor de historia les dijo el primer día de clase a sus alumnos
que durante este curso aprenderían a ser astronautas. Ante tal
valiente comentario, sus alumnos respondieron con un más que educado
-“¡anda ya!”. El profesor, con semblante extrañado respondió-
yo, acabo de entrar y no os conozco, aunque si creo en vosotros.
¿Quién dice que vosotros no podáis ser astronautas?.
En
resumen:
- Educación cercana e interactiva con el medio que rodea al alumno.
- Educar en busca del desarrollo de las competencias.
- Educar de forma motivadora y diferente cada día.
- Educar para el pensamiento crítico.
1
Las teorías de la Escuela de Chicago postulaban que el individuo
estaba influenciado por el entorno que le rodeaba y por la
comunicación. ESTRAMINA, J.L.A, GARRIDO LUQUE, A. “Orígenes
sociológicos de la psicología social” en Reis,
número 118, 2007, págs, 11-26.
2
CALERO, J.:
La equidad en educación, CIDE, Madrid, 2006
3
En su “Teoría Psicosocial”, Erikson describe ocho etapas,
siendo la 5 la referida al adolescente y a la búsqueda de
identidad. BARON ROBERT, A.: Fundamentos
de psicología.
México Editorial, 1997.
4
Basada
en el Constructivismo, donde el alumno aprende de forma activa,
individual y social. Su conocimiento se desarrolla con ayuda
externa. BARON ROBERT A.: Fundamentos...op,cit