jueves, 29 de marzo de 2012

Enseñar como aprender

Es Jueves y casi las cinco de la tarde. Me acerco a la puerta del colegio y me abre una madre que sentada espera a que su hijo salga del comedor. Los chicos van saliendo y van formando un grupo pequeño al mi alrededor. Yo les pregunto con un tono de preocupación sobre los resultados de sus exámenes, las notas, y empieza la quiniela. -Yo he suspendido inglés y "cono" (Conocimiento del medio)- me dice el primero -yo matemáticas y cono- sigue uno con una sonrisa de disculpa- y yo cono y lengua-continua una niña. Al cabo de casi diez alumnos la mayoría han suspendido Conocimiento del Medio.
Tal es mi sorpresa que consulto con una de mis compañeras el hecho de que casi todos los alumnos de los grupos de 3º y 4º de Primaria han suspendido esta asignatura. Me indica que ya lo había comentado con la orientadora del centro y que su respuesta se centraba en "un problema de codos", de estudiar más.
Ya sabemos que el alumno debe trabajar las asignaturas en casa para asimilar los conocimientos que en el aula se han desarrollado. ¿Pero hemos enseñado a nuestros alumnos cómo enfrentarse a las asignaturas que requieren estudio y memorización?. ¿Les hemos enseñado a estudiar?.
En clase, uno de mis alumnos ha terminado los ejercicios pronto y me pide estudiar la famosa "cono". Le respondo de forma afirmativa mientras observo que empieza con la Edad Media. En lo que giro la cabeza para responder a una alumna y vuelvo al libro de "cono" estamos en la edad moderna y observo como el alumno, leyendo por encima, llega a la era del hombre en la luna. Como un viajero del tiempo, más de 800 años en menos de cinco minuto.
Como siempre digo, un alumno no nace enseñado y antes de que coja un lápiz hay que enseñarle a escribir. Para ellos es complicado enfrentarse por primera vez a asignaturas que exigen cierta memorización y un hábito de estudio. Es en este momento cuando debemos enseñarle primero como ha de estudiar, cuales son las pautas correctas para mejorar la asimilación de conocimientos y como han de aplicar los nuevos "datos" asimilados. No podemos culpar a un estudiante de no estudiar si no le hemos enseñado para ello.
A continuación doy unas pautas básicas para que alumnos de Primaria empiecen a tomar contacto con sus primeras técnicas de estudio:





  1. Hacer una lectura superficial, anotando las palabras que no entendamos, para familiarizarnos con lo expuesto.
  2. Una segunda lectura más concienzuda, parándonos no solo en las palabras que hemos buscado con el diccionario sino también subrayando las ideas más importantes.
  3. Con esas ideas importantes realizar un esquema para que nos ayude a la hora de asimilar los datos que ya conocemos gracias a las primeras lecturas.
  4. El estudio ha de ser en silencio y sin elementos que puedan distraernos (fuera videoconsola, cómics, móvil, etc), haciendo pausas de 5 minutos cada media hora y de 10 minutos cada hora. No se debería estudiar más de dos horas seguidas pues el interés baja y la concentración no llega a ser la misma que al comienzo.
  5. Repasar los esquemas un día antes de realizar una prueba o examen. 


viernes, 23 de marzo de 2012

Televisión y niños


En una de mis clases de apoyo para Primaria, en medio de un fervor por los ejercicios (todos los alumnos estaban haciendo sus tareas), a uno de los chicos más espabilados se le ocurre parafrasear una de las coletillas más famosas que actualmente existen en nuestras series de horario nocturno: "Mariscos Recio, el mar al mejor precio".
El resultado es previsible y las carcajadas del resto de los niños acompañan a las continuas repeticiones de nuestro alumno espabilado. Cuando ya lleva tres seguidos y comprobamos que es seguidor de dicha serie le increpo para que continué con sus ejercicios y a la pregunta de -¿profesor "tú" ves la que se avecina?- yo le respondo categóricamente -no, no veo esa serie. Claro que la veo, pero si le contesto que si tengo al resto del grupo lanzando "frasecitas originales" de susodicha serie.



Yo no soy quién para decirle a un padre que contenidos televisivos debe permitir que vean sus hijos ni a que horas debe estar durmiendo para descansar y rendir al día siguiente en clase. Todos estos temas ya los tienen dominados los padres, vienen con el curso de “Padres modelo” que obtenemos del hospital, junto con los chupetes y las mantitas, al nacer nuestros hijos.
Pero de ese curso que nos dan hemos olvidado que debemos preocuparnos por los contenidos que ven en televisión pues observan y se fijan en modelos que no son válidos para su educación.
Cuando los programas o series son creadas para adultos los guionistas piensan que ningún padre va a permitir que vea su serie por el mero hecho de que va dirigido a personas ya formadas y no a niños que están en sus primeras etapas de aprendizaje.
Una frase dicha por un niño no denota que está mal educado sino que no prestamos la suficiente atención a lo que ven nuestros hijos por esa maravillosa niñera que es la televisión.

sábado, 17 de marzo de 2012

¿Quién dice que vosotros no podáis ser astronautas?

Un profesor de historia les dijo el primer día de clase a sus alumnos que durante este curso aprenderían a ser astronautas. 
Ante tal valiente comentario, sus alumnos respondieron con un más que educado -“¡anda ya!”. 
El profesor, con semblante extrañado respondió- yo, acabo de entrar y no os conozco, aunque si creo en vosotros. 
¿Quién dice que vosotros no podáis ser astronautas?. 

La astronauta Sunita Williams

viernes, 16 de marzo de 2012

Este chico es un poco lento

Como he comentado en algún rincón de este blog, pertenezco a un grupo de voluntarios que por las tardes vamos a dar apoyo escolar a chicos de primaria.
Una de las tardes me incluyeron en el grupo a un chico nuevo y me apuntaron de forma sutil, con el chico delante, que "este chico es un poco lento", a modo de advertencia, por si tuviera que llevar armas o algo así.
De seguido, subimos al aula, bajamos las sillas y comenzamos a realizar los ejercicios. Frente a las advertencias me senté cerca del chico en cuestión temiendo que fuéramos a tener una clase "super slow", como en la repeticiones de las mejores jugadas de fútbol.
No necesité estar pegado a su espalda, tan solo atender de forma continua su trabajo y animarle cada vez que hiciera bien los ejercicios. Le preguntaba en voz alta y el respondía, le consultaba sobre las respuestas de su compañeros y corregía de forma correcta. Este chico no era lento sino que sus profesores iban demasiado rápido.
No pudimos acabar todos los ejercicios de Lengua, pero si todos los de Matemáticas. El chico participó de la dinámica de la clase y solo tuve que atenderle cuando fue necesario, pero eso si, atenderle.


A veces debemos prestar más atención al trabajo de los alumnos que al nuestro propio.





La necesidad de fomentar las Humanidades

Estos tiempos que nos han tocado vivir están siendo dirigidos por los mal llamados "Tecnócratas", aprendices de contables que olvidan que en la economía de un país participan más factores que los simplemente económicos.
Cualquier contable recordaría que el factor humano, ya sea empleado o empresario, son valores importantes para la estabilidad económica de un país y nadie se atreve a contabilizarlos en el balance nacional.

El fomento de las humanidades, las letras y el pensamiento es vital para que no nos perdamos entre tantos esfuerzos y sacrificios económicos. La crisis actual no nos debe hacer olvidar que seguimos siendo poetas y que en nuestro mundo global de relaciones directas entre personas de diferentes puntos del mapa han de basarse en el respeto a una historia y cultura que subyace detrás de un link o un correo electrónico, detrás de una persona.

Yo no soy un "yo" vacío, yo soy el "yo" de mi historia, de mis montes y mis valles, de mis creencias y de las creencias de mis padres. Yo no soy un "yo" vacío, soy Carlos I, soy Colón pisando el nuevo mundo, soy Picasso y Goya, soy el dolor de una guerra civil y la esperanza de una constitución.

Es por eso que mi trabajo está cargado de una gran responsabilidad, ya no por mejorar los conocimientos de nuestros estudiantes, sino por inculcarles el pensamiento crítico y abrirles el camino a realizarse nuevas cuestiones sobre como mejorar aquello que otros no han sabido hacerlo.