La filosofía siempre ha tratado los
grandes temas que identifican al pensamiento humano: el amor, el ser,
el mal, la justicia, la política, la libertad, etc. Estos temas universales han sido desarrollados en videojuegos que poseen cierta trama argumental, dándonos al docente
la oportunidad de utilizarlos como material didáctico.
No es cuestión de jugar y analizar que
decisiones toman los personajes, sino de preguntarse el porque de la
idiosincrasia del propio personaje, de sus actos o incluso de sus
propios valores morales.
He escogido 3 videojuegos para comenzar
tres debates diferentes en torno a la ética y la filosofía que
rodean a sus protagonistas.
El primero que deja evidente una
discusión sobre el uso de la violencia como medio para conseguir
unas metas concretas es el Grand Theft Auto V, de la compañía
Rockstar Games. Es un videojuego clasificado para mayores de 18 años
pero no impide discutir sobre la ética de los protagonistas, la
mayoría con un pasado violento, que mantienen las mismas conductas
en su presente.
La violencia no es gratuita en el
juego, es un medio que poseen los personajes para conseguir su fin.
Podrían los creadores haber incluido otras vías para llegar a esos
fines pero perderían la esencia del personaje que no es capaz hacerlo de otra manera.
Pero, ¿realmente la violencia marca
al individuo de por vida?. ¿Un pasado violento es suficiente
para mantener el mismo patrón?. En definitiva, una de las máximas
en filosofía se plantea en este videojuego: el individuo, ¿es o
debe ser?. Un individuo es lo que las circunstancias (externa e
internas) le marcan o a pesar de ello, tiene la posibilidad de “deber
ser”, de ser otro. Entonces, los personajes de GTAV ¿son o pueden
no ser?.
Otro de los videojuegos que sorprende
por sus implicaciones éticas y filosóficas es la trilogía Mass
Effect de Bioware. Ya en sí, el videojuego está planteado para
llevar dos líneas de moral diferentes: hacer las cosas de forma
correcta o de forma incorrecta. Todos tus actos tienen sus
consecuencias en la trama principal de la historia, con lo que todos
tus actos ganan importancia. Aunque el final es el mismo, siempre el
personaje “salva a la galaxia”. Este es uno de los dilemas éticos
que se plantean en juegos de este tipo: ¿el fin justifica los
medios?. ¿Saber que tu meta es altruista o que incluso tienes un
rol importante en la comunidad te capacita para hacer lo que
quieras?. Y si es así, si tu deber es llegar a una meta válida o
acorde con lo predispuesto por la sociedad, ¿está capacitado el
individuo para abandonar el viaje y no llegar a esa meta?. En
realidad la pregunta es simple pero poderosa: ¿poseemos libre
albedrío?.
Aunque uno de los temas más
innovadores de la saga es el amor entre humanos e inteligencias
artificiales. Es un buen ejemplo para plantear dudas sobre el
significado del amor, el concepto en sí y si es válido desde el
punto de vista humano. ¿Entendemos qué es el amor o lo
simulamos?.
Para terminar es importante introducir
una idea que siempre ha fascinado y enfrentado a los hombres: la idea
de justicia. No existe justicia cuando te arrebatan lo que más
quieres, o eso debe pensar el personaje del videojuego Dishonored,
Corvo. La trama situa al personaje en una continua huida tras ser
acusado injustamente de asesinato. Como es habitual, el personaje se
vengará de aquellos que le inculparon. Y aquí surge el primer
dilema moral: ¿es justa la venganza?. Podemos observar que
quién imparte justicia son aquellos que la rompieron. ¿Son estas
suficientes razones para romper con el sistema de valores y leyes que
antes defendía?. Siempre hemos hablado libremente de que es justo o
injusto sin preguntarnos si la idea de justicia es en si correcta.
Según el derecho, las leyes forman la justicia (además de jueces,
abogados, etc) por lo que deberíamos confiar en ella, pero que fue
antes, o dicho de otra forma, ¿la justicia surgió de la
injusticia?.
Como podemos ver, los videojuegos y sus
tramas pueden ofrecer un material interesante para discutir de temas
éticos y filosóficos ya que los alumnos se introducen en estas
historias y pueden aportar otros puntos de vista más personales.