viernes, 3 de agosto de 2012

El inicio de los Tercios Españoles

Tras la conquista de Granada, los reyes católicos, en especial Fernando, llevaron a cabo una política expansionista basándose en gran parte en la profesionalización del ejercito.
Este nuevo ejercito profesional había evolucionado de las milicias que lucharon en Granada a un nuevo ejercito basado en coronelías organizadas por Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán (1453-1515), el cual puso las bases de los futuros tercios. De ese nuevo ejército dio buena cuenta J. H. Elliott en “La España Imperial”: 

“En la campaña de Granada los infantes españoles habían dado ya pruebas de su arrojo personal y de su capacidad para realizar movimientos rápidos, pero era necesario proporcionarles una protección mejor y permitirles al mismo tiempo conservar la rapidez y flexibilidad. Esto se consiguió equipándoles con armaduras de mayor protección –yelmos ligeros y corazas- y con mejores armas ofensivas, de modo que la mitad de ellos iban provistos de largas picas, un tercio de lanzas cortas y jabalinas y la sexta parte restante de arcabuces. Al mismo tiempo, las formaciones fueron totalmente reorganizadas en coronelías, formadas por cuatro compañías de 250 hombres cada una, y cada coronelía estaba apoyada por unidades de caballería y artillería.”