lunes, 11 de marzo de 2013

Videojuegos como material educativo

Escena de Skyrim
Cuando hablo de videojuegos en el aula la gente se echa las manos a la cabeza pensando que tengo a los alumnos "dándole a la maquinita" toda la hora, pero es algo más laborioso.
Ya son muchos los científicos y educadores que encuentran ciertas virtudes en el uso moderado y controlado de videojuegos. Mejora motriz, amplia imaginación, potenciar la atención, etc., son algunos ejemplos resultantes de una vida ligada a este tipo de ocio. ¿Y si los incluyéramos en las aulas?.
Unas de las ventajas que encontramos a la hora de tratar con "gamers" son sus horas de dedicación frente a la pantalla. Invierten 14 horas semanales con sus videojuegos, en red o solitario, prestando atención a sus progresos. Ya tenemos las palabras mágicas: horas, atención y progreso. ¿Y si toda esa energía la encauzáramos para el aprendizaje?.
Siempre he dicho que la educación, la enseñanza, ha de ser atractiva para el alumno y práctica: para que me sirve lo que aprendo y de que forma lo hago. Los videojuegos nos ofrecen una oportunidad única de llegar al alumno de forma efectiva. Pero para eso hay que trabajar mucho más que con un libro o mapa, hay que investigar sobre videojuegos.

No vale con cualquier videojuego, debemos elegir el que se acerque más a los contenidos y competencias de la programación. Aunque en algunos casos si lo encontramos, otros debemos desmenuzarlo y prepararlo para el alumno. Un videojuego sobre la Segunda Guerra Mundial nos ofrece datos históricos que pueden ser analizados de forma crítica en el aula, realizar debates o una "fe de erratas" del mismo. Este si nos da juego para contenidos históricos. Pero contemplar contenidos geográficos, literarios, filosóficos, matemáticos o de otro tipo ya nos obliga a buscar videojuegos más específicos o realizar un trabajo de análisis y búsqueda como con cualquier otro material didáctico. Aunque no es difícil
Con un videojuego de acción o carreras (Tomb Raider o F1) podemos trabajar en matemáticas (ángulos, puzzles, distancia y velocidad), con uno de rol o aventura gráfica se fomentan la competencia lingüística y social (Skyrim o Dragon Age), con los de música el ritmo y la coordinación física (Just Dance o We Sing) y los deportivos el juego en equipo (FIFA o PRO). No olvidemos que ya existen videojuegos educativos creados ex profeso para fomentar el aprendizaje de un idioma o la habilidad matemática (sobre todo para la Nintendo 3DS).

Como ejemplo empleo un videojuego recientemente famoso, el Assassin´s Creed III, ambientado en la Guerra de la Independencia de Estados Unidos. El trabajo consiste en jugar al juego durante un periodo suficiente para poder analizarlo como fuente histórica pero de forma crítica. Para ello analizaremos los siguientes parámetros y discutiremos en clase si se ajustan a la realidad histórica o son invenciones. También es necesario que el alumno busque información de la Guerra de la independencia mediante otras fuentes, tales cómo atlas históricos, libros especializados y enlaces web a  sitios oficiales. El esquema a seguir es el siguiente.




  • Datos del videojuego: estudio, año, autor, plataforma, género, PEGI, banda sonora, horas empleadas.
  • Sinopsis del videojuego. Tema principal y subtemas.
  • ¿Qué personajes son ciertos y cuales ficticios?. ¿El protagonista podría haber existido realmente?.
  • ¿Son correctas las localizaciones de los principales sucesos históricos?.
  • ¿Qué sucesos importantes destaca el videojuego y cuales crees que omite?.
  • Analiza las armas, ropas, medios de transporte, casas, etc. del videojuego. ¿Su adaptación es correcta?.
  • ¿Podemos entrever una división social en el transcurso de la historia?. Define las partes que la dividen y quienes las forman.
  • ¿Qué crees que le falta al videojuego para ser más fiel a la historia real?.