martes, 1 de octubre de 2013

Ejemplo para realizar un comentario de diapositivas para Historia del Arte: pintura.

EL MATRIMONIO ARNOLFINI

Vinculación socio-Histórica con la época: La época en la que se realiza constituye una época marcada por la evolución cultural, política y económica de Europa pues se halla conectada con el desarrollo de las ciudades, el acrecentamiento del poder real y la creación de una cultura secularizada que se libera de la tutela de la Iglesia. Nuevas fuentes de riqueza basadas en el conocimiento científico y la importancia del comercio y la industria contribuyen a la creación de la nueva sociedad. Gracias a estas nuevas estructuras y conocimientos se erigen las grandes construcciones y entre ellas las catedrales.



Encuadre Estilístico: Se trata de la obra de temática doméstico El Matrimonio Arnolfini de Jan van Eyck, fechada en el 1434, y que representa al rico mercader Giovanni Arnolfini y a su esposa Jeanne Cenani. Es una obra maestra de la pintura flamenca, la cual se caracteriza por que el realismo está inmerso en lo religioso; se recrea el mundo, la luz y la atmósfera; se cultivan formas y géneros nuevos (historia, grupo, retrato, marina...); no se separa el color del dibujo. Existe poca preocupación por las formas y el ritmo; se conquista la luz y el colorido. Existe una gradación, brillo y pureza. Hay un alto simbolismo en las obras.

Análisis Técnico: Pintura sobre tabla al óleo, que se utiliza como aglutinante de colores. Permite crear veladuras, como velos de luz a modo de transparencias, conseguidas a base de superponer pinceladas, alcanzando un alto virtuosismo especialmente cuando se trata de pintar objetos minuciosos y brillantes.
En su composición tiende a la simetría. Cerrada, armónica y equilibrada. Orden en la disposición de los personajes. Desde el punto de vista compositivo, la luz proviene de la ventana izquierda, creando así un eje lateral que dinamiza la escena, por lo demás es muy estática.
En la perspectiva, las líneas convergen hacia el fondo, configurando un esquema de perspectiva lineal, que esta obra se amplía gracias al efecto singular del espejo del fondo y cuyo efecto es ganar profundidad. Esta configuración de la perspectiva se complementa en esta pintura con la acción de la luz.
Destaca por la ausencia de movimiento. Las figuras representadas están en actitud de reposo, de pie. Se trata de un retrato, pero no de un retrato cualquiera; es un testimonio documental de los esponsales de estos novios, de lo cual da fe como si de un notario se tratara, el propio pintor, con su cuadro y con su firma, estampada encima del espejo convexo del fondo de la habitación, y en la que dice, J. Van Eyck estuvo aquí.
Gradación del color en función de la luz. Se utiliza la técnica de la veladura consistente en aplicar pinceladas superpuestas, dando la sensación de velos de luz a modo de transparencias, otorgando un brillo y una minuciosidad de gran perfección. A pesar de un excepcional uso del color , destaca por el protagonismo que se otorga a la línea. Uso de una luz brillante y con veladuras que provoca la técnica al óleo y que crea una atmósfera en la que parece representado el aire. Hasta el punto, que pareciera que la luminosidad irradiara de los propios objetos como si fueran esmaltes.
La utilización del óleo aporta a la pintura valores de finura y especial delicadeza; es una representación naturalista de la realidad.



Análisis simbólico: Todo el cuadro se configura como un repertorio simbólico que atestigua y da fe del hecho representado. Ningún objeto aparece gratuitamente, todo tiene su valor simbólico: la lámpara, con una sola vela encendida, alude a la llama sagrada de Cristo. El espejo es símbolo de pureza de la mujer que acude virgen al matrimonio. En absoluto debe engañarnos el vientre aparentemente abultado de Juana de Cenani, pues se trata de una imagen habitual en las pinturas de la época, y que debe de entenderse como una iconografía habitual, que alude en la mujer a su valoración universal como madre. Los tondos que rodean el espejo ilustran en un alarde miniaturista del pintor, diversas escenas de la pasión de Cristo, con lo que se vuelve a insistir en el valor sagrado de la unión. Sobre la cabecera de la cama aparece representada Santa Magdalena, patrona de los partos. El perrito es símbolo de fidelidad. Las zapatillas recogen el simbolismo de asistir a un ritual sagrado, razón por la cual los retratados están descalzos. La fruta, que aparecen en la consola junto a la ventana, es símbolo de la inocencia frente al pecado. Los propios esposos están posando en un gesto de bendición. Todo ello completa la simple valoración pictórica de la obra, otorgándole así una dimensión simbólica de una enorme complejidad intelectual.